Internacionalizar es una decisión clave en la estrategia empresarial. Exige una inversión económica y recursos humanos cualificados y que permite:
Como sabemos, una de las debilidades de nuestras exportaciones es que están excesivamente concentradas en la UE: Portugal y Francia son nuestros principales clientes.
Es importante diversificar las exportaciones hacia países fuera de la UE; como EE.UU., Latinoamérica y Asia que presentan importantes oportunidades de negocio, para reducir riesgos.
Cierto es, que cuanto mayor es la distancia, conseguir nuevos clientes se hace aún más complicado; gestión logística (y la competitividad en precios), el cumplimiento de los estándares y normativas (puesto que los europeos ya no son válidos), las diferencias culturales, las comunicaciones, etc.
La diversificación de mercados mitiga la vulnerabilidad de la actividad empresarial en situaciones difíciles.